En España el frío suele paralizarnos y no dejarnos disfrutar de la época invernal a poco que bajen las temperaturas. Sin embargo, justo en navidad, cuando empieza a apretar la bajada, se suelen organizar en casi todos los pueblos y ciudades cantidad de actividades para hacer con los niños. Ellos estarán de vacaciones y con un poco de suerte, los mayores también podremos disfrutar de algunos días de fiesta, aunque solo sean los oficiales que marca el calendario laboral. A no ser que de verdad se haya declarado un apocalipsis invernal de puertas para afuera, necesitamos cambiar el chip y vivir intensamente una época del año tan especial ¡y tan divertida! Lo mejor es que muchas de las actividades para hacer en familia en navidad son gratis, por lo que es imperdonable no aprovechar la oportunidad. Haced un listado de los eventos de vuestra ciudad para estos días y mirad si podéis tener acceso a diversiones como estas.

Visita a Papá Noel o a los Reyes Magos

¡O a todos! No me refiero a pagar un carísimo (pero emocionante) viaje a Laponia con los niños, puesto que se escapa del presupuesto de la mayoría de familias. Sin embargo, los mayores sabemos que Papá Noel y los Reyes Magos suelen pasearse de gira por todas las ciudades. A poco que tengáis un centro comercial cerca, podéis ir con los niños para que los conozcan y hasta se hagan fotos con ellos. También hay municipios que recrean la casa de Papá Noel o el taller en el que elabora sus juguetes junto a los duendes, para darle mayor realismo a la magia de la navidad. En cualquier caso, para los niños es impresionante saber que estos seres mágicos están tan cerca y que pronto pasarán por casa cargaditos de regalos. Y para rematar la fiesta ¡a la cabalgata de reyes! Esto sí que no puede faltar en ninguna navidad con niños.

Entrega de cartas a los duendes o a los pajes

Suele ser una actividad organizada por separado, si bien hay sitios en los que los niños pueden entregar su carta de deseos para navidad directamente a Papá Noel o a los Reyes Magos. En ocasiones, los pajes visitan los barrios de las ciudades, o algunas zonas céntricas o muy concurridas, y se puede hacer cola tanto para posar junto a ellos, como para hacer la entrega de la correspondencia, participar en juegos, manualidades e incluso merendar con ellos. ¡Todo gratis! Así es que no hay excusa para quedarse en casa. Eso sí, normalmente las esperas suelen ser largas, o debemos caminar grandes distancias para empaparnos del ambiente navideño, del alumbrado, recrearnos con los escaparates de las tiendas, ultimar compras y regalos… Así es que si tenéis bebés, el carrito será vuestro aliado. Sin embargo, para niños algo mayores no prescindáis del patinete cuando salgáis durante estos días. El Bumprider será vuestro aliado, tanto para que vayan de pie, si sólo están un poco cansados o las calles están atestadas de gente, como sentados en el Bumprider Seat, cuando las jornadas festivas se alargan y ya no son capaces de dar ni un paso más.

Espectáculos de música callejera y festivales

¿Recordáis esas películas de Hollywood de temática navideña en las que los niños forman corales y van cantando por las calles? Pues es una tradición que cada vez empieza a verse con más frecuencia en algunas ciudades. Te puedes topar con coros de niños cantores (y también de adultos) que normalmente recaudan fondos para alguna causa solidaria o para financiarse su proyecto musical. A los niños les suele gustar la música en directo y es un plan improvisado y original. Si no, siempre podéis consultar la programación de los teatros que tengáis cerca, porque en navidad suelen invadir los escenarios con espectáculos de música sinfónica, orquestas, corales y hasta pequeñas obras relacionadas con las temáticas de estos días.

Mercadillos

Suelen empezar ya a finales de noviembre, sobre todo los que disponen de artesanía relacionada con la decoración del árbol de navidad y los belenes. Aunque penséis que ya tenéis todo lo que necesitáis para que vuestra casa sea la más original durante las fiestas ¡siempre inventan algo nuevo! Luces más modernas, adornos más bellos, belenes con mecanismos increíbles en los que todo se mueve y tiene vida propia. Incluso si no pensáis en comprar nada (algo casi imposible yendo de paseo con los niños), el rato de ver los diferentes puestos y compartir un rato en las calles hace que se ensanche el espíritu navideños.

No hay ninguna otra fiesta durante el año que transforme y embellezca tanto las ciudades como la navidad. La fecha en la que colocar la decoración navideña varía en cada casa, por lo que cuando estos mercadillos empiezan a desaparecer, suelen surgir otros relacionados con los regalos para estos días. Normalmente, ofrecen prendas de abrigo (gorros, guantes, bufandas), bisutería, complementos, cosas sencillas para tener un detalle con aquellos a quienes más queremos. Para los niños, pueden encontrarse muchos juguetes de madera, y sobre todo artículos personalizados con sus nombres, lo que les suele hacer una ilusión especial.

Belenes

Más allá de las creencias religiosas de cada familia, lo cierto es que los belenes de iglesias, ayuntamientos, centros comerciales y pequeños comercios, pueden ser una opción ideal para hacer una ruta durante las vacaciones de navidad y establecer comparaciones. Los hay diminutos y otros gigantescos, también belenes vivientes con personas de verdad, algunos muy clásicos y otros tan modernos que puede que ni sepamos que estamos ante un belén. Las fiestas cambian cada año, las exposiciones evolucionan mucho, pero a los niños suele encantarles ver esos mundos en miniaturas, aunque simplemente vean figuras de juguete y no sean conscientes de lo que representan.

¿Aprovecháis el tiempo de navidad con los niños? ¿Programan actividades propias y tradicionales en vuestros municipios?