El embarazo, el estado de buena esperanza. El momento en el que cada futura madre decide cuidarse al máximo ¿o no? En los últimos tiempos hemos pasado del reposo absoluto y el cuidado en exceso e innecesario, a poner por delante el culto al cuerpo de la mujer, con un ejercicio desmedido y unas recuperaciones post parto que si no son exprés, parece que no fueran a lograrse nunca. Hemos transitado de un extremo a otro en un tiempo relativamente corto, y la recomendación médica de los kilos que se pueden engordar durante el embarazo de una forma saludable, prácticamente nadie la tiene en cuenta.
Hoy haremos un repaso a los falsos mitos que hemos ido interiorizando y que caerán por su propio peso en la primera consulta que tengas con tu matrona, y a otras conductas relacionadas con la nutrición y la actividad física que se nos están yendo de las manos en los últimos años.
De forma general, para mujeres con un peso saludable, los médicos recomiendan no engordar más de 9-12 kilos. Si tu peso previo al embarazo está en el rango de sobrepeso y obesidad, puede que te recomienden no aumentar más de 6 kilos. Si estás por debajo de tu horquilla de peso saludable, te darán un margen de ganancia mayor. Llevar al extremo algunas de estas creencias influye de forma determinante en el peso de la embarazada.

1. El reposo absoluto

El embarazo no es una enfermedad, pero hay quien aún se lo toma como tal. Lo saludable es tener una vida activa y normal, con ejercicio moderado si el embarazo transcurre correctamente y no hay ninguna complicación que exija el reposo parcial o absoluto de la gestante. Sin embargo, muchas embarazadas, sin ningún tipo de complicación diasgnosticada, comienzan a llevar una vida totalmente sedentaria y viven inmovilizadas, lo que repercutirá negativamente en su propia salud, por la ganancia de peso que se derivará de ese sedentarismo. Cada vez son más las embarazadas que siguen con su vida de siempre al encontrarse en un perfecto estado durante la gestación, pero para quienes piensen en dejar sus rutinas de trabajo, ejercicios y dedicarse a la vida contemplativa durante estos 9 meses, mejor consultad con la matrona porque ¡querrá que os mováis!

2. El exceso de ejercicio

Algunas futuras mamás abusan del descanso y a otras les entra la vena deportiva al ver el positivo en el test de embarazo. Han surgido ya varias noticias en los medios de comunicación protagonizadas por mujeres con barrigas minúsculas en etapas muy avanzadas de la gestación. Ellas ya tenían una silueta muy trabajada antes del embarazo, y puede que su constitución esté reaccionando justo de esa manera al periodo gestacional, sin estar haciendo barbaridades. Pero la mayoría de las madres no somos adictas al fitness. Esto no sería noticia si no fuera porque, de golpe y porrazo, un exceso de ejercicio y una musculatura lograda a base de trabajo físico contraindicado durante el embarazo puede dar muchos problemas. Levantar peso, los ejercicios abdominales y los de impacto, suelen ser desaconsejados por los ginecólogos y matronas. Una cosa es estar en forma y otra quererse convertir en deportista de élite justo durante estos 9 meses. De hecho, esta moda de querer lucir una barriga diminuta puede indicar que el bebé es más pequeño de lo normal, por la falta de nutrientes, y provocar que tengan bajo peso al nacer o que nazcan de forma prematura.

3. Comer por dos

Este es un mito que a día de hoy está superado, y las embarazadas saben que no requieren comer el doble, porque con un aporte extra de 200 kilocalorías al día es suficiente para mantenerse bien alimentada durante la gestación. Sin embargo, muchas cometen frecuentes excesos debido a los antojos, a la idea de que se encuentran en una etapa en la que podemos permitirnos ciertos caprichos y sobre todo a base de snacks, bollería y comida procesada. A la larga, esto repercute en un incremento de peso de forma “inesperada” que dificultará la recuperación de nuestro cuerpo en el post parto. Si al salir del paritorio te quedan kilos de más respecto al momento previo al embarazo, no será igual de sencillo quitarse 5 de encima que 15. Pero la tentación de los antojos es tan grande que no solemos valorar este punto hasta que ya hemos vuelto con el bebé a casa.

4. No comer para no engordar

A raíz de las muchas famosas que muestran una figura envidiable a los pocos días de dar a luz, se ha ido popularizando una enfermedad, la pregorexia, que lleva a las gestantes a restringir seriamente lo que ingieren para engordar lo menos posible durante el embarazo. Estas privaciones pueden poner en riesgo al bebé, que necesita nutrientes para formarse y desarrollarse. La queja de la mayoría de las madres de a pie, gira entorno a la imposibilidad del resto de “mujeres normales” para encontrar tiempo para sí mismas justo tras el parto, para hacer deporte, recibir tratamientos específicos, masajes… Lo que provoca críticas muy hirientes contra las mamás públicas que se recuperan como por arte de magia. También juega un papel muy importante la genética y la forma física de cada madre antes de quedarse embarazada: si nunca habíamos tenido un vientre plano y unos abdominales de acero, por muy buena que sea nuestra recuperación post parto, difícilmente lograremos vernos reflejadas de esta forma en el espejo.
Por suerte para el resto de las madres mortales, también hay toda una corriente de mamás famosas como Katherine Heigl o Tania Llasera que defienden sus curvas en el embarazo, que normalizan la subida de peso propia de esta etapa en la vida de las mujeres, y que hacen públicas sus recuperaciones posteriores, para demostrar que con esfuerzo, deporte y una dieta saludable, los cuerpos pueden volver más o menos a la normalidad. Sus opiniones están mejor vistas entre la comunidad maternal, puesto que han sufrido y sudado mucho para perder los kilos de más, y no proclaman que todo ha sido súper fácil o que simplemente mediante la lactancia han logrado semejante hazaña.

¿Cómo reaccionasteis vosotras a la noticia del embarazo? ¿Os obsesionasteis con los kilos ganados o los asumisteis como algo normal? ¿Os costó recuperar la forma física durante el post parto?